Ser un hermano capuchino es ser en el mundo un verdadero instrumento del Señor. Estamos llamados a construir en nuestra realidad caminos de paz, haciendo del mundo un lugar mejor, dando testimonio de aquel que nos llamó a servir y amar.
Siguiendo este noble propósito y sirviendo a Dios y a su pueblo, nuestro hermano Severiano de Freire recibió en este día el reconocimiento como Hijo ilustre de la ciudad de Villarrica, lugar donde se entregó de todo corazón para construir un mundo mejor a través de su incansable misión, dedicándose enteramente a este hermoso propósito de ser en el mundo un instrumento de paz.
Alabamos a Dios por este tan noble testimonio de fe y vocación y pedimos al Señor que ilumine cada vez más la vida de nuestro Hermano Severiano de Freire, para que su vida siga inspirando hombres y mujeres en el camino de la paz y del bien.