Con gran sencillez, recogimiento y alegría el 14 de agosto de 2020 el hermano Benito Villarroel, OFM Cap. ha celebrado 60 años de ordenación sacerdotal, Bodas de Diamante.
El hermano Benito nació en Santiago el 18 de septiembre de 1931, hijo de don Juan Luis Villarroel Díaz y de doña María Raquel Acevedo Verdugo. A los 13 años, el 5 de marzo de 1945, ingresó en el Seminario Menor de los Hermanos Menores Capuchinos en Paine. Emitió la primera profesión en Constitución el 11 de febrero de 1952 y la profesión solemne en Los Ángeles el 11 de febrero de 1955.
El 14 de agosto de 1960 recibió la ordenación sacerdotal de manos de Monseñor Bernardino Berríos, OFM, obispo de San Felipe en la Iglesia de las Monjas Clarisas Capuchinas ubicado en calle Carmen de Santiago. Al día siguiente, celebró su Primera Misa en la misma Iglesia.
Ha servido pastoralmente en Los Ángeles, Constitución, Linares, Purulón, Panguipulli, Santiago como formador de los profesos temporales y Valdivia de Paine. Su estímulo e intervención han favorecido el crecimiento de numerosas comunidades rurales en la diócesis de Linares y han sido edificadas unas 75 capillas, además de escuelas, postas rurales y otros locales al servicio de las comunidades.
Ofrecemos un video y algunas fotos de nuestro hermano Benito. Él agradece a Dios por su vocación y nos cuenta cómo surgieron dos comunidades rurales en Rastrojo y Las Risqueras de la Parroquia de Constitución.
Gracias, Señor, por regalarnos alhermano Benito.
Hno. Benito. Siendo diácono trabajé contigo y aprendí mucho de lo que es la pastoral rural. Lindo recuerdos. Vivimos juntos diez años en Constitución trabajando con las Cooperativas de vivienda, la formación de personas en Cursillos. Dios te bendiga.
Mi tío lindo, Dios lo bendiga y lo siga protegiendo siempre. Te quiero tío muuuucho. Tu sobrina Ofelia
Talca. Agosto 2021.
Tío lindo, un abrazo de su sobrina Ofelia y su prima Kenita desde Talca, Dios lo bendiga y cuide siempre. Ya nos veremos tío Benito si Dios quiere.
Mi tío lindo, bendiciones y pronto nos veremos si Dios quiere, saludos desde Talca su sobrina Ofelia y su prima Kenit
Padre Benito, tu espiritualidad siempre ha irradiado salud y bienestar. Gracias por compartir hace muchos años atrás con mi familia en Padre Hurtado. Un abrazo, donde quiera que estés y también a la comunidad de Hermanos Capuchino.
A veces no hay palabras o cuesta encontrarlas para describir lo que se siente, pero en este momento no me es difícil; se hace fácil porque referirse al sacerdote hermano Benito Villarroel Acevedo, quien ha partido al encuentro con Dios, trae a mi memoria y seguro de muchos hombres y mujeres del campo y la pueblos del Maule Sur, que su paso por nuestras tierras no fue en vano sino dejó una huella y legado pastoral inconmensurable. El padre Benito, allá por las décadas de los años 1960 en adelante, fue quién con su estímulo y directa intervención misionera permitió el crecimiento de numerosas comunidades rurales de la diócesis de Linares, edificando más de 70 capillas, sedes sociales, pasarelas y otras obras sociales al servicio de la comunidad. Sólo nombrar las más cercanas al lugar de mi infancia, capillas de Coipué, Pupilla, Macal, Las Canales, Forel, La Verde. Obras todas que no sólo eran físicas sino cargadas de espiritualidad, valores y solidaridad, que permitieron a muchos jóvenes hombres y mujeres de esos años, darle sentido a nuestras vidas y ser personas de bien.
Gracias padre Benito por toda su entrega, por tanta paz transmitida, por su guía certera para mi vida y de todos los que fuimos sus hermanos en Jesucristo, que descanse en paz.