Bajo el lema «Vengan y Verán» (Jn- 1, 39), 110 jóvenes de las diversas presencias capuchinas en el país se reunieron para vivir una nueva Asamblea Nacional de Jóvenes Capuchinos.
La jornada se realizó entre el 21 y 22 de julio en la Casa Pastoral San Francisco de Asís de la Parroquia Jesús de Nazareth en Hualpén, Concepción y congregó a representantes de Santiago, Longaví, Concepción, Hualpén, Lota, Los Ángeles y Osorno.
El encuentro se enmarcó en el contexto particular que vive la iglesia chilena, para que, al igual que Francisco, puedan reconstruir iglesia desde la esperanza. Junto con ello, se buscó conocer las realidades y búsquedas de los jóvenes y, sobre la base de ellas, proponer la fraternidad como estilo de vida.
La primera Asamblea Nacional de Jóvenes Capuchinos también se desarrolló en sintonía del Sínodo de los Obispos sobre “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” que convocó el Papa en octubre, a través del texto inspirador de Juan 1, 35-39 y la vocación de los primeros discípulos.
«Así como a Jesús le pregunta a los discípulos “¿qué buscan?”, quisimos conocer las características de los jóvenes de hoy y sus búsquedas. Ofreciendo una instancia donde pudieran reconocer a Cristo como centro y guía de sus vidas, así como Juan motiva a los discípulos “Él es el cordero de Dios”, también los jóvenes sintieran que solo Dios puede dar respuesta a esas búsquedas. En el Evangelio Jesús motiva a los discípulos con la frase “Vengan y verán”, ellos lo siguen y se “quedaron con Él toda la tarde”, de esta manera motivamos a los jóvenes a continuar un camino con el Señor, pero no solos, acompañados de hermanos y construyendo una vida en fraternidad», indica Carolina Sandoval, Coordinadora Nacional de la Pastoral Juvenil Capuchina.
El Padre Rodrigo Romero, Provincial de los Hermanos Menores Capuchinos, participó del encuentro y destacó el importante compromiso de los jóvenes con la iglesia. «Fue una experiencia enriquecedora, especialmente considerando el momento que vivimos como Iglesia. El objetivo fue escucharlos en sus búsquedas y anhelos. El texto guía fue en torno a la pregunta que Jesús le hace a los discípulos: «¿qué buscan?». Y luego de escucharlos, se les propuso la experiencia de la fraternidad como valor y forma de vida. En definitiva fue un momento intenso de reflexión, escucha y compartir. Además del encuentro fuerte con el Señor y con los hermanos de distintas partes», sostuvo.
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