Así como San Francisco, seguimos profundamente la palabra de Jesucristo y su voluntad de permanecer siempre en comunión con los que más necesitan de nuestra presencia, de nuestro amor y cuidado.
En en mundo, somos invitados por la gracia de Dios a entregar todo para todos, deseando así ser un verdadero testimonio de Cristo en la sociedad, viviendo la plenitud de la oración que es poner en práctica todas as palabras pronunciadas por nuestra boca, de conectar nuestro corazón en nuestras obras y acciones.
¡Somos Capuchinos, somos sus Hermanos!