Casa Provincial
Fraternidad y Convento San Antonio de Padua
Catedral 2345. Casilla 1659. Santiago
Fono Oficina: 562 2673 2278
Fono Convento: 562 26993818
Nuestro templo, junto con ser el lugar en que nos encontramos durante la Misa; representa un alto valor arquitectónico por su estilo y tradición, y por ello, forma parte del patrimonio cultural de nuestro país.
El templo fue construido entre 1853 y 1861 por el arquitecto Eusebio Chelli proveniente de Florencia, (Italia), quien también proyecto y dirigió La Iglesia de la orden de la Preciosa Sangre (que se encuentra en Compañía esquina Maturana). La calidad de ambas construcciones se puede apreciar , también por la resistencia que a tenido respecto del paso del tiempo en un País como el nuestro, siempre desafiado por la naturaleza
La obra es de estilo barroco y posee tres naves separada por columnas Corintias. Fue construida sobre bases de piedra con muros de ladrillos con mortero de cal que poseen 1.50 Mt. De espesor. La techumbre fue realizada con madera de roble y ciprés, con revestimientos estucados y pintados en los muros laterales.
De acurdo al estilo de estas construcciones, el templo posee una plaza pavimentada de 70Mt. De lardo por 16 mts. De ancho, que antecede a la Iglesia, lugar que se presta para la comunicación y encuentro, antes o después de la Misa.
La decoración interior del templo también posee un lugar de importancia en la historia del arte chileno las pinturas murales que aparecen en el cielo raso del templo fueron realizadas por Giovanni Mochi, pintor florentino especialmente traído a Chile para ocupar el cargo de director de la academia de Bellas Artes, entre 1876 y 1883.
Las pinturas al oleo de Mochio representan estilo y temas relacionados con el espíritu de la Orden Capuchina. En fresco ocupado, arriba, sobre el altar aparece representado Dios Padre, y sobre su cabeza un triangulo luminoso que simboliza la Santísima Trinidad.
Sobre el cielo raso de la nave central aparece representado por el Espíritu Santo.
Los vitrales coloridos, su órgano de tubos, las pinturas laterales que representan las doce estaciones de Nuestro Señor Jesucristo cargando la Cruz; su altar, sus esculturas, relieves, sus antiguas y grandes puertas, todo en nuestro templo nos habla de una relación de grandeza entre el espíritu de lo sagrado y el arte, entre el valor de la fe y el de la grandeza como vivió San Francisco De Asís y San Antonio de Padua.
Y por sobre todo, debemos tener presente que esta armoniosa obra arquitectónica, fue alzada para hacernos más grato nuestro encuentro con Dios por medio de la Eucaristía.