Celebrando la alegría de la vocación franciscana de ser en el mundo un instrumento de paz, nuestro hermano Mauricio Silva dos Anjos, Delegado Provincial de nuestra delegación de Chile, participó juntos de los jóvenes de la Parroquia Nuestra Señora Aparecida, en Dracena/SP – Brasil, de un momento profundo de fe y fraternidad, compartiendo con ellos su testimonio vocacional, animando y celebrando el don de la vocación entre los jóvenes de esta comunidad.
«Es tiempo de alegría y esperanza. Es tiempo de amar y ser amado. Es tiempo de soñar, es tiempo de compartir. De construir un mundo mejor. Es tiempo de elecciones, de desafíos. De no tener miedo de vivir. Vivir con Dios, vivir en el amor. Y anunciar que puedo ser feliz, porque Dios nos ama. Yo creo en la juventud. En el brillo de su amor. Queridos jóvenes de la Escalera Joven tenemos que ser como María tenemos que tener la velocidad misionera».