El convento Porciúncula de San José de la Mariquina
Breve reseña histórica de la presencia de los Hermanos Capuchinos en el Convento de la Porciúncula en san José de la Mariquina a propósito del incendio registrado el 28 de diciembre del 2015[1]:
Los Hermanos Menores Capuchinos tienen una larga historia de evangelización en la ciudad de San José de la Mariquina. El primer capuchino que se hizo cargo de la antigua misión de san José fue fr. Tadeo de Wisent, en el año 1898. Una larga lista de hermanos componen el elenco de la presencia capuchina que duró hasta el año 1988 y que ha quedado registrada en la vida y en la historia de San José.
El convento “Porciúncula” fue construido en el año 1955, siendo bendecido el 17 de septiembre del mismo año, fiesta de la estigmatización de san Francisco de Asís, por el entonces superior regular P. Guillermo Hartl de Laufen (futuro vicario apostólico de la Araucanía).
La capilla se comenzó a construir en el año 1960, siendo bendecido el 4 de octubre del mismo año, fiesta de san Francisco de Asís. El altar mayor fue consagrado el 11 de octubre de 1961 por P. Guillermo Hartl de Laufen.
El convento se construyó para la formación de los futuros sacerdotes capuchinos que llegaban para hacer los estudios de teología en el Seminario Mayor san Fidel y como casa de noviciado para todos los candidatos a la Orden. Efectivamente, el año 1964 se trasladó el noviciado que desde mayo del 1953 hasta 1963 había funcionado en la casa Betania, ubicada en los alrededores del convento, cuya finalidad era acoger a los hermanos ancianos y enfermos. A partir del 1 de julio de 1962 fue la sede del superior regular que hasta esa fecha residía en Valdivia.
El convento de la Porciúncula tuvo una importancia significativa en los orígenes y en el desarrollo de la presencia y misión de los Hermanos Menores Capuchinos en Chile, específicamente en Araucanía. Allí se formaron muchos de los religiosos que hoy sirven en diferentes partes del país, muchos hermanos que pasaron por allí han dejado una honda huella de sencillez, humildad, fraternidad, alegría y paz.
La noche del 28 de diciembre del 2015 a las 23.30 hrs un voráz incendio consumió los últimos vestigios materiales de la significativa presencia de los Hermanos Capuchinos: el convento Porciúncula. Sin embargo, la vida y el testimonio de tantos religiosos quedará para siempre grabada en el corazón de los fieles.
Los Hermanos Menores Capuchinos agradecemos la preocupación de muchas personas; también de sacerdotes y religiosas, que nos han manifestado su apoyo y cercanía. Con todos ellos queremos dar gracias al Señor por todo lo que nos ha concedido en estos años de servicio y les invitamos a “devolver todos los bienes al Señor”, pues sólo a él pertenecen. De este modo este acontecimiento se transformará en una ocasión propicia para comenzar de nuevo e ir donde el Señor nos envía.
Fraternalmente.
Hno. Héctor Campos M.
Ministro Provincial Ofmcap.
Santiago de Chile, 29 de diciembre del 2015.
[1] Datos tomados de los documentos sobre “La misión de los capuchinos en san José de la Mariquina”, en Archivo Provincial Hermanos Menores Capuchinos, Santiago de Chile 2015.
DOCUMENTO
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