En la alegría fraterna, nuestros jóvenes vivieran la experiencia profunda de la oración y vida fraterna.
Por la mañana, tuvimos un encuentro de formación y presentación sobre nuestro carisma franciscano, los valores y testimonios dejado por San Francisco, concluyendo la mañana con la oración del Rosario.
Por la tarde, tuvimos un increíble momento de cuidar de nuestro espacio, haciendo la experiencia de vida fraterna por los cuidados con nuestra casa común, compartiendo nuestras responsabilidades, ayudándonos mutuamente en los trabajos fraterno, concluyendo así nuestro día con un compartir personal de los vocacionados con nuestros hermanos.
Por fin, en la noche, tuvimos la alegre participación de nuestros hermanos de la fraternidad de Hualpén, donde prepararon con mucho cariño la cena, participando efectivamente de nuestro encuentro con sus testimonios de vida y vocación.
Agradecemos de todo corazón a los Hermanos Salvador, Hermano Sergio, Hermano Eulalio y Hermano José Sandoval, miembros de la fraternidad de Hualpén, por la presencia y cuidado con nosotros.
Seguimos con alegría los pasos de Francisco, siguiendo así la grandeza del Evangelio en nuestro corazón que nos llama para vivir la dimensión de la fraternidad.
¡Somos Capuchinos, somos sus Hermanos!