Celebramos con alegría el don de la vocación de nuestros hermanos que estarán, por su vida y servicio, cuidando de la vida misionera y fraterna de nuestra Orden.
Pedimos al Señor que ilumina y conduzca todos los hermanos de nuestra Orden, para que nuestra vida en fraternidad testimonie siempre la alegría del llamado del Señor.
¡Paz y Bien!