Llamados para ser en el mundo misioneros del Señor, nuestros hermanos han vivido una profunda experiencia de fe y fraternidad en la realización del Capítulo General.
La construcción de este capítulo de nuestra Orden marca la vida de cada hermano, profundizando en cada corazón capuchino la verdadera alegría que marcó y transformó la vida de Francisco.
Pidamos al Señor que conduzca siempre los pasos de cada uno de los hermanos de nuestra Orden, para que sus vidas sean siempre un instrumento de paz.