Después de la Santa Misa, se realizó la tradicional procesión por las calles de Caleta Lenga. Luego, los pescadores pusieron la imagen de San Pedro en un bote, que junto a otras embarcaciones engalanadas para esta fiesta patronal, recorrió la bahía.
Fuente: Iglesia.cl
Con alegría se vivió la fiesta de San Pedro, Patrono de los Pescadores, la mañana de este jueves 29 de junio en Caleta Lenga de Hualpén. En la oportunidad, el Obispo Auxiliar de Concepción, Monseñor Bernardo Álvarez, bendijo el nuevo templo de la Comunidad María Reina de los Pobres, que debió ser reconstruido debido a que se encontraba en pésimas condiciones.
Luego de la bendición, Monseñor Bernardo Álvarez presidió la Eucaristía junto al Párroco de la comunidad, Padre José Sandoval, y los sacerdotes Víctor Álvarez y Juan Ignacio Hormazábal (IPSch).
En su homilía, el Obispo Auxiliar de Concepción afirmó que la comunidad y varias instituciones “han puesto el esfuerzo, el cariño y la dedicación para que hoy podamos bendecir este templo ya terminado. Así que agradecemos a todos y cada uno de quienes han podido entregar un granito de arena (…) para llevar adelante este trabajo, con mucha generosidad y espíritu de fe, para hoy día ponerlo al servicio de la comunidad”.
Pese a que hoy la Iglesia celebra la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, debido al contexto, Monseñor Bernardo se centró sólo en la figura del Patrono de los Pescadores, y recordó el Evangelio de San Lucas 5,1-11, en que Jesús se acerca a la ribera del lago de Galilea y luego de enseñar a la multitud desde la barca, le dijo a Pedro -aún Simón en ese momento- que navegara mar adentro y echara las redes.
“Nuestra Arquidiócesis, desde el norte de Tomé hasta el sur en Tirúa, también pasando por estas costas, es justamente una Iglesia diocesana de grandes riberas, riberas en las cuales podríamos nosotros también situarnos reconociendo al Señor Jesús que pasa por las orillas de nuestro mar, de nuestra Iglesia diocesana, así como lo hizo en aquel tiempo por la ribera, por la orilla del lago Galilea y sobre todo por la orilla, por la vida de Simón”, señaló.
En ese contexto, destacó que Jesús “en ese afán de querer enseñar la Palabra de Vida y hacer presente el Reino de los Cielos, sube a la barca de Simón. Ahí hay un gesto muy fundamental, que tiene que ver con esa subida -de algún modo- a la vida de Simón (…) y es eso para nosotros también significativo, porque al Señor sin duda lo podemos encontrar aquí en nuestra capilla (…) pero también en nuestra vida cotidiana, en este caso me remito al esfuerzo cotidiano de los pescadores. El Señor se sube a la historia de cada uno de nosotros. En el trabajo, a veces en el arduo trabajo -aunque a veces se torne un poco difícil- también podemos descubrir la presencia del Señor que sale a nuestro encuentro”.
Monseñor Bernardo dijo que en ese contexto de los esfuerzos cotidianos de Simón, de las pescas frustradas, de dedicación y a veces agobio “el Señor entra en la vida y regala una invitación muy importante para Pedro en aquel momento y para nosotros en el día de hoy. Y cuál es esta invitación en los contextos vitales, en el trabajo cotidiano, en la vida de la fe, en la vida de la Iglesia, que también es una barca. La invitación es: Navega mar adentro”.
“Hay que desplegarse, no quedarse en la orilla, no quedarse como en lo superficial de la vida. Para eso necesitamos justamente el don de la fe, para no quedarnos ni en la orilla, ni mirar las realidades de modo meramente superficial, sino tener una mirada de profundidad, que regala la fe, que regala el encuentro con Cristo, que regala la comunidad, que regala también el hecho mismo de estar aquí en nuestra capilla que hoy bendecimos y a su vez inauguramos”, enfatizó.
En ese sentido, recalcó que la invitación es “Navegar mar adentro con Jesús. Y cuando navegamos mar adentro con Jesús no es tan fácil” y recordó que cuando el Señor le pidió a Pedro que eche las redes, él pese a ser experto y pensar que no era tan conveniente, y también a pesar de que era obstinado y a veces incluso impertinente, “Pedro nos regala un acto muy importante. Dice: «Por tu Palabra echaré las redes». Ese acto también es significativo. El primero era de Jesús, quien echa a la profundidad a Pedro, por una parte. Pero luego Pedro nos regala este maravilloso acto de fe”.
Monseñor Bernardo sostuvo que tener la experiencia, la técnica, la fuerza o el deseo de hacer las cosas, no es suficiente: “Lo que nosotros pudiéramos hacer, por muy capaces, por muy competentes en el área que nos corresponda, no es suficiente. Pero en el nombre del Señor, Pedro lanza estas redes. Y ahí se provoca el signo: una pesca abundante”.
“Cuando uno hace las cosas en el nombre de Dios ocurren milagros. Esa es la verdad. Cuando uno pone la confianza en el Señor más allá de sus capacidades ocurren milagros. Eso es lo que le pasó a Pedro no sólo esa vez, sino muchas veces, hasta el final de sus días. Se manifiesta el signo y ahí también acontece algo muy hermoso en la vida de Pedro, porque él reconoce lo que es, su fragilidad y le dice «Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador». Pero el Señor nuevamente va adelante y le dice «No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres» y lo llama. Y dice el Evangelio que, dejándolo todo, estos pescadores lo siguieron”, afirmó.
Finalmente, invitó a los presentes a vivir la experiencia de San Pedro con Jesús todos los días, dejando entrar al Señor en nuestra barca, nuestra historia y nuestro trabajo.
Capilla María Reina de los Pobres
Al término de la Santa Misa, se entregó un reconocimiento a las personas y entidades que colaboraron en la reconstrucción de la Capilla María Reina de los Pobres, que pertenece a la Parroquia San Miguel de Hualpén.
El Padre José Sandoval, Párroco de la comunidad, agradeció a quienes han contribuido a “que tengamos la presencia de una capilla donde celebrar los sacramentos”.
“Agradecemos a Dios por esta bonita experiencia de vivir juntos la fe con la comunidad y con los hermanos y hermanas que han venido de la Parroquia y de otros sectores y lugares, también con las autoridades que nos acompañan. El Señor les siga dando gracias y bendiciones en sus vidas, en sus familias, en sus trabajos y realidades para que por intercesión de San Pedro y San Pablo reciban las bendiciones en su vida”, agregó.
Asimismo, Susana Velásquez, en representación de la comunidad, señaló que gracias al sacrificio y esfuerzo de los vecinos y a quienes han colaborado “logramos tener nuestra capilla. Antiguamente igual teníamos una capilla, que estaba media malita, entonces hicimos el esfuerzo y construimos esta. A lo mejor no es una tremenda construcción como algunas personas esperaban, pero lo importante es que podemos venir aquí a recibir la bendición”.
Por su parte, el Diácono Luis Valenzuela manifestó que “este ha sido un acontecimiento muy importante para la comunidad de Caleta Lenga, porque se ha logrado lo que al principio pensamos realizar, ya está concretada la capilla y es un acontecimiento importante para los pescadores y para aumentar la fe en los pescadores de esta zona”.
Procesión
Posteriormente, se realizó la tradicional procesión por las calles de Caleta Lenga y luego los pescadores pusieron la imagen de San Pedro en un bote, que junto a otras embarcaciones engalanadas para esta fiesta patronal, recorrió la bahía.
El Presidente del Sindicato de Pescadores de Caleta Lenga, Rodrigo Merino, sostuvo que para ellos este día “tiene un valor bien importante, porque este es el día en que nosotros renovamos las peticiones hacia San Pedro, para que el día a día de nuestra actividad pesquera nos traiga a nuestros hogares sin ningún tipo de problema”.
Además, destacó que “hoy es el Día Nacional del Pescador Artesanal, así que tiene valores bien importantes para nosotros, es bien significativo este día”.
