Señor de la vida y Pastor supremo de tu Iglesia, te encomendamos al Papa Francisco, a quien has elegido como sucesor de Pedro y guía de tu santo pueblo. Sostén su vida con tu gracia, renueva su fuerza en la fatiga y la enfermedad, ilumina su mente con la sabiduría de tu Espíritu y enciende en su corazón el fuego de tu amor.
Protégelo de todo mal, defiéndelo de la injusticia, y haz que su palabra sea siempre reflejo fiel de tu Evangelio. Dale fortaleza para pastorear con misericordia, humildad para servir con alegría y valentía para anunciar tu Reino en todo tiempo y lugar.
Que en medio de las pruebas encuentre consuelo en tu presencia y en la oración de toda la Iglesia. Que la Virgen María, Madre de la Iglesia, sea su refugio y guía en su misión.
Y a nosotros, concédenos la gracia de vivir en comunión con él, en la unidad, la fidelidad y la paz, para que, con su magisterio y testimonio, caminemos firmes en la fe y en la esperanza.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria

