Somos hombres que dedican sus vidas al proyecto del Señor. Por medio de nuestra consagración, queremos vivir en nuestras vidas la alegría y gratitud que vivió Francisco y Clara, buscando encontrar en nuestro carisma la verdadera razón de nuestro vivir.
Hemos realizado en este día un verdadero encuentro con la gracia de Dios en nuestras vidas. En este encuentro vocacional se han hecho presentes nuestros jóvenes vocacionales que sienten el deseo de conocer más profundamente el carisma de Francisco y Clara, encerrando así los encuentros vocacionales de este año.
Que seamos en el mundo un verdadero instrumento del amor y de la paz del Señor, para que así como Clara y Francisco, nuestras vidas sean en el mundo el signo de la voz de Dios.