Somos hombres y mujeres que dedican sus vidas al proyecto del Señor. Por medio de nuestra consagración, queremos vivir en nuestras vidas la alegría y gratitud que vivió Francisco y Clara, buscando encontrar en nuestro carisma la verdadera razón de nuestro vivir.
Hemos realizado en este día un verdadero encuentro con la gracia de Dios en nuestras vidas. En este encuentro vocacional se han hecho presentes diversos jóvenes, hombres y mujeres que sienten el deseo de conocer más profundamente el carisma de Francisco y Clara.
En este encuentro también estuvieron presentes los hermanos Capuchinos de Colombia y Cuba, participando también los respectivos vocacionados de estas circunscripciones.
Con la presencia de nuestras hermanas Clarisas Capuchinas del Monasterio de la Santísima Trinidad de Santiago/Chile, nuestro encuentro ha sido iluminado con la docilidad y alegría de estas queridas hermanas, animando y motivando nuestro encuentro con su presencia y participación.
Que seamos en el mundo un verdadero instrumento del amor y de la paz del Señor, para que así como Clara y Francisco, nuestras vidas sean en el mundo el signo de la voz de Dios.