CLARA MUJER POBRE EN SOLEDAD Y SOLIDARIDAD
Una vez que Clara fue recibida allá en la Porciúncula, Francisco la condujo al monasterio de San Pablo, que gozaba de muchos privilegios, Clara vio que era imposible llevar a cabo su ideal de pobreza en un lugar tan privilegiado. En San Damián encontró su hábitat para vivir su ideal de pobreza y soledad. Pero el estar separada de su mundo no significó una falta de solidaridad. No debemos olvidar que ella y sus hermanas eran un espejo y ejemplo para la iglesia.
Para Clara, durante toda su vida, el vínculo con su ciudad fue esencial. El nuevo estilo de vida en San Damián tuvo como consecuencia el contacto con su ciudad. Clara mantuvo con Asís una relación que fue indispensable, a tal punto que ella es considerada la Defensora de Asís. En esto la forma de vida de Clara establece una diferencia con otras formas monásticas tradicionales, ya que se abre a compartir con la ciudad. Ella se debe a Asís y Asís se debe a ella. Establece una corriente de solidaridad.
En esto Clara nos enseña que la relación con Dios no puede ser exclusiva, sino debe incluir a otros, a los más necesitados. Nos enseña armonizar la soledad con la solidaridad. Más todavía en este Mes de la Solidaridad. Clara vivió lo que hoy llamamos una Iglesia en salida.