Manifiesto mi consuelo por la pascua de Monseñor Sixto, que tuve el gozo de conocer, en una de mis visitas a Chile. Quiero poner en relieve el trabajo incansable en Villarrica y en otras tantas comunidades. Desde que llegó a Chile el 18 de marzo de 1965. Fue Vicario parroquial en Padre Las Casas y en Boroa, del 1965 a 1977.